
El sábado, Zohrab Mnatsakanyan, ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, acusó a Turquía de desempeñar un papel destructivo en muchos países, diciendo que la interferencia de Ankara ha provocado un aumento significativo de las tensiones en el Mediterráneo oriental y en la región de Medio Oriente y África del Norte.
En declaraciones a Sky News Arabia, Zohrab agregó que Turquía está tratando de imponer su control y políticas sobre la región, señalando que el comportamiento de Ankara no contribuye a encontrar una solución pacífica a ninguna crisis.
Señaló que las políticas de Turquía en los recientes enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán no son constructivas.
El ministro dijo que Turquía no solo expresó su apoyo incondicional a Azerbaiyán, sino que también recurrió a reclamos descarados sobre el Cáucaso del Sur, que el presidente turco y su alto funcionario justifican al referirse a la “misión histórica” de Turquía en la región.
“En una situación regional tan difícil, consideramos inaceptable recurrir a un apoyo directo o indirecto al comportamiento agresivo y provocador de Azerbaiyán, y expresamos nuestro pesar en relación con declaraciones de esta naturaleza”, señaló el funcionario armenio.
También agregó: “Es un imperativo que terceros países se abstengan de políticas que provoquen inestabilidad o apoyen de cualquier forma a Azerbaiyán por parentesco, o aliente sus ilusiones sobre la posibilidad de una solución militar al conflicto”.